Planta de pitaya

La planta de pitaya ( o planta pitahaya) es originaria de América Central. Se trata de una planta perenne, de porte rastrero y abundante ramificación

 

Para conocer mejor la planta de la pitaya, no muy común en España pero cada vez más presente, haremos una descripción de su morfología, abordando aspectos propios de su cultivo y propagación, necesidades edafoclimáticas. Para terminar por las técnicas de cultivo dedicando un apartado especial a la plantación de pitahaya en maceta.

Partes de la planta de pitaya

La planta de pitaya se caracteriza por ser perenne de carácter epifítico o terrestre, de porte rastrero y abundante ramificación, que pueden llegar a medir hasta 2m de largo. Las características de sus diferentes partes son:

Raíces de la pitaya

Las raíces de la planta de la pitaya se presenta en dos formas, por un lado las raíces primarias, que forman un sistema de raíces delgadas y superficiales con función de absorción, y por otro, las raíces secundarias o adventicias que se desarrollan en la parte aérea y que tienen una función de sostén. 

Los tallos o esquejes

Los tallos de la planta de pitaya son muy ramificados, de color verde, suculentos, con tres aristas o caras y articulados por secciones rectas. Sus bordes presentan areolas, en las cuales se encuentran grupos de espinas de 2 a 4mm, consideradas hojas modificadas. De la parte superior de las areolas nacen flores y ramificaciones. El tallo actúa como regulador hídrico y participa en la fotosíntesis.

Flor de pitaya

La planta de pitaya presenta flores hermafroditas de gran tamaño (hasta 30 cm de largo) de color blanco, amarillento o rosado. De la parte inferior de la flor nacen grandes segmentos lanceolados, delgados y acuminados de color crema. Sus flores se abren durante la noche, y se orientan hacia la luz de la luna.

Pueden darse 5-6 ciclos de floración, donde en una misma planta pueden coincidir varios estadíos fenológicos. Muchas de las especies requieren polinización cruzada, aunque son autofértiles.

Fruto de la pitaya

Se trata de una baya con forma oval, de unos 6-12 cm de diámetro y de color rojo o amarillo. La mayoría de las especies presentan una epidermis carnosa con brácteas triangulares de aspecto ceroso. La pulpa del fruto es translúcida, conteniendo en su interior numerosas semillas de pitaya negras. Concretamente, la especie Selenicereus megalanthus presenta una epidermis amarilla, tuberosa y provista de espinas.

¿Qué necesita la planta de la pitaya para desarrollarse?

La planta de pitaya requiere, para su óptimo desarrollo y obtener su mejor rendimiento, de un buen manejo agronómico basado en disponer de materia orgánica tras la plantación y en los primeros años, un buen sistema de tutoreo, y por supuesto es importante tomar en cuenta las condiciones de clima ideales para tener éxito y producir estas exquisitas frutas.

Pero estamos ante una planta muy generosa y como cultivo es poco exigente, por ser una planta tipo CAM, no requiere de grandes proporciones de humedad en el suelo o ambiental. 

Veamos pormenorizadamente cada uno de los aspectos que condicionan su óptimo desarrollo.

  • Temperatura: La pitahaya se desarrolla de manera excepcional en climas cálidos subhúmedos, ya que la temperatura óptima para su aclimatación idónea oscila entre los 16 y los 25ºC. Ni temperaturas bajas, ni superiores a los 38º son buenas para esta planta.
  • Luz: La alta luminosidad estimula la brotación de las yemas de flor de la pitaya, y el resto de procesos fisiológicos. La exposición parcial (sombra en un 30%) es la más conveniente para la pitaya, ya que ni una radiación solar directa, ni el exceso de sombra, favorecen su producción.
  • Sustrato: La pitaya prefiere suelos franco- arenosos, húmedos y de buen drenaje, y por supuesto ricos en materia orgánica y  pH ligeramente ácido (5,5-6,5), aunque debido a su rusticidad, se adapta a suelos secos, pobres y pedregosos. 
  • Riego: aunque la pitaya es una planta que no requiere excesiva agua, durante los dos primeros años de la plantación se deben dar riegos de apoyo durante  para estimular un adecuado crecimiento vegetativo, y los siguientes años, únicamente se debe regar durante la floración. En época de sequía puede provocar una disminución de la floración.

Cultivo de la planta de pitaya

La planta de pitaya necesita de al menos 7 años para que sea productiva si se hace mediante semillas, por lo que se trata de un sistema no aconsejable. Por eso la multiplicación más usual de la pitahaya es mediante propagación vegetativa por medio de estacas, que comienza con el corte de tallos de unos 25- 30 cm procedentes de plantas madre, y que tengan al menos dos años de edad. Tras dejarlos cicatrizar durantes una semana a la sombra, se procede a la siembra en bolsas de vivero de 20x30cm. 

Antes de esta labor es recomendable la desinfección de las vainas con fungicidas y bactericidas y el sustrato empleado debe tener una buena capacidad de drenaje y ser rico en materia orgánica. Además, resulta importante inocularlo con micorrizas.

Un aspecto importante es que las estacas se deben colocar con la misma orientación que tenían en la planta madre, cortando el extremo apical para interrumpir la dormancia y que la emisión de brotes sea más rápida. Los riegos han de ser periódicos, así como la eliminación de malas hierbas. En estas condiciones, el material vegetal debe permanecer unos 3-4 meses antes del trasplante definitivo.

El cultivo de la planta de pitaya requiere del dominio de varías técnicas para su cultivo: 

 

Preparación de suelo

La preparación del suelo se debe realizar al menos un mes antes de la plantación. Para ello, se debe dar una labor de subsolado para mantener el suelo aireado y con buena capacidad de drenaje. Es recomendable realizar un análisis de suelo para llevar a cabo la aportación de enmiendas y correcciones necesarias.

 

Plantación

La plantación de pitahaya, previamente enraizada, se lleva a cabo al inicio del invierno. Por el contrario, si se realiza durante la estación seca, se debe dar un riego abundante tanto antes de la siembra como después de la misma, así como incorporar materia orgánica (hojarasca, aserrín, etc.) para evitar altas temperaturas y reducir las pérdidas de humedad. La plantación también se puede llevar a cabo por medio de siembra directa de estacas. Este tipo de plantación, se realiza a mediados de otoño. 

Es recomendable colocar tres vainas por soporte, siendo el marco de plantación más usual de 3x3m y orientación norte-sur. Para una plantación intensiva, se recomienda un marco de 3×1,5m. Durante la colocación de las plantas enraizadas, se debe retirar la bolsa de plástico sin dañar las raíces. Por último, es conveniente realizar un aporcado de tierra alrededor de la planta de pitaya.

 

Tutorado

Esta labor se lleva a cabo al inicio de la plantación. Existen dos tipos de tutores:

  1. Vivos: Deben ser árboles de rápido crecimiento y enraizamiento, de corteza suave, resistentes a plagas y enfermedades y que no sean hospederos de plagas y enfermedades que afecten a la pitaya. Este tipo de tutor tiene la ventaja de ofrecer a la pitahaya la sombra que necesitan. De todos modos, se deben podar frecuentemente con el fin de evitar rebrotes que compitan por la luz solar. Algunas de las plantas más frecuentes son: Madero Negro (Gliricidia sepium), Helequeme (Erithrina poepigiana) y Chilamate (Ficus alobata).
  2. Inertes: Estos tutores normalmente son de madera y deben ser resistentes, ya que tienen que soportar el peso de la planta de pitahaya.

Los sistemas de tutorado más utilizados son los siguientes:

  1. Sistema tradicional: Este sistema consiste en la colocación de un tutor junto a la plántula. El tutor debe ser de al menos 3m de largo con un diámetro superior a 10 cm y capaz de soportar el peso de la planta.
  2. Sistema de espaldera tradicional: Este método consiste en la colocación de soportes de 2,5m de alto, separados a una distancia de 3m. Los postes quedan unidos por dos alambres cubiertos con una manguera para evitar que la planta sufra daños. Un alambre se sitúa en la parte superior del poste y el otro a 50 cm desde el suelo. Es recomendable colocar un tutor de apoyo junto a cada planta, con el fin de ayudar a ésta a alcanzar la parte superior de la espaldera.
  3. Sistema de espaldera el “T”: Con este sistema las ramas productivas cuelgan sobre las calles, facilitando así la cosecha del fruto. Consiste en colocar una serie de postes de unos 2m de alto y en forma de “T” sobre un eje principal. La distancia entre postes suele ser de 3m y, generalmente son de madera. En cada extremo se sujeta una hilera de alambre galvanizado cubierto de una manguera.

 

Poda

La planta de pitaya crece muy rápido, formando una masa densa de tallos. Por este motivo, la poda es una labor imprescindible para mantener la plantación en buenas condiciones. Existen varios tipos de poda:

  • Poda de formación: Esta poda se realiza desde el inicio de la plantación. Consiste en la eliminación de todos los brotes dejando una o dos vainas hasta que alcancen el extremo del soporte. Los tallos laterales deben ser eliminados. Una vez alcanzada la cima, se debe despuntar la planta, permitiendo así el desarrollo de vainas laterales desde el extremo.
  • Poda de limpieza: Esta poda consiste en la eliminación de aquellas vainas que han sido afectadas por plagas o enfermedades y/o que se encuentren mal ubicadas. El corte de los tallos se debe hacer en el entrenudo y el material afectado debe quemarse o enterrarse fuera de la plantación.
  • Poda de producción: Esta poda se suele realizar a partir del tercer año de la plantación. Consiste en la eliminación de las vainas improductivas situadas en la parte inferior del tallo principal. El objetivo principal es mejorar la aireación, permitir una mayor exposición a la luz solar, evitar el peso excesivo de la planta y disminuir el exceso de humedad.

Polinización

La polinización de la planta de pitaya es un paso fundamental. Existen variedades de pitaya tanto autocompatibles como autoincompatibles. No obstante, se ha demostrado que la polinización cruzada de forma manual da lugar a una producción mayor y de mejor calidad.

La polinización cruzada debe llevarse a cabo desde antes de la apertura de la flor. Consiste en cubrir el estigma de una flor de pitaya con el polen de otra flor diferente o incluso de otra especie. Para ello, se recurre a la ayuda de un pincel. Por otro lado, también es importante saber que el polen puede almacenarse durante 3- 9 meses a una temperatura aproximada de -18ºC.

 

Fertilización

Previamente a la fertilización, es recomendable realizar un análisis de suelo. Por lo general, la planta de pitaya exigente en potasio y nitrógeno, y en menor medida en fósforo. La aplicación del fertilizante, se realiza en zanjas circulares alrededor de la planta.

Durante el verano, es conveniente realizar aplicaciones foliares de fertilizantes, ya que favorecen la floración y la fructificación.

 

Enfermedades y plagas de la planta de pitaya

Como cualquier otra plantanción, planta de pitaya tiene sus problemas y riesgos. Hay que conocerlos para poder combatirlos y evitarlos. 

 

Chinche Patón

(Leptoglossus zonatus)

Se trata de una plaga que afecta a la planta de pitaya durante los meses secos. Tanto las larvas como los adultos originan daños al alimentarse de las vainas, ya que succionan la savia provocando clorosis en ellas. Además, también afectan a los botones florales, cuyos síntomas se manifiestan con un cierto color rojizo. Por otro lado, también provocan daños indirectos ya que las heridas originadas se convierten en puntos de entrada de hongos y bacterias.

Para su control se deben realizar monitoreos, observando si en el haz de las vainas existe presencia de huevos-plaga. Además, se deben eliminar las malas hierbas, podar la planta favoreciendo una adecuada aireación, eliminar material vegetal afectado, aplicar productos preventivos, etc.

Hormiga

(Atta cephalotes)

Esta plaga afecta a vainas, botones florales y frutos, produciendo daños que reducen la calidad del fruto.

Para su control biológico se puede utilizar la cepa LBB-1 de Beauveria bassiana. Otro método de control consiste en la introducción de plantas repelentes como el vetiver (Chrysopogon zizanioides).

 Barrenador del tallo

(Maracayia chlorisalis)

Los daños son producidos por las larvas que penetran en el interior de las vainas, originando cavidades en su interior. Como consecuencia, el tejido vegetal comienza a pudrirse. Las heridas causadas son un punto de entrada de enfermedades. Para el control es conveniente llevar a cabo el monitoreo de la plaga, aplicando aceite de neem antes de que ésta perfore las vainas.

Mosca del botón floral

 (Dasiops saltans)

Se trata de un díptero que afecta generalmente a la pitaya amarilla (H. megalanthus). Esta plaga origina daños al alimentarse de las estructuras internas del botón floral, causando la deformación y posterior caída de éste. Los botones florales afectados se tornan de color rojizo. Este síntoma se distingue del ataque de la chinche patón, en que este último origina un color pardo en las anteras y pistilos.

 

El control químico para combatir esta plaga no es muy efectivo debido a la rápida aparición de resistencias. Por tanto, se recomienda monitorear la plaga, además de usar trampas McPhail con atrayentes de proteínas hidrolizadas a base de maíz y soja.

 Picudo negro

(Metamasius sp.)

Se trata de una plaga cuyos principales daños son causados por las larvas al perforar galerías en el interior de los tallos. El adulto causa daños en las vainas de las hojas como consecuencia de la oviposición. También afectan a botones florales y frutos de la planta de pitaya, originando deformaciones y pudriciones en el fruto.

El control químico es poco eficiente y para el control biológico, existen especies de bracónidos que parasitan al picudo negro.

 Picudo negro

(Metamasius sp.)

Se trata de una plaga, cuyos principales daños son causados por las larvas al perforar galerías en el interior de los tallos de la planta de pitaya. El adulto causa daños en las vainas de las hojas como consecuencia de la oviposición. También afectan a botones florales y frutos, originando deformaciones y pudriciones en el fruto.

El control químico es poco eficiente y para el control biológico, existen especies de bracónidos que parasitan al picudo negro.

Pudrición del tallo

 (Erwinia carotovora)

Se trata de la enfermedad más perjudicial para la pitaya. Los síntomas se manifiestan con manchas cloróticas, pudiendo llegar a cubrir toda la vaina, hasta originar una pudrición acuosa.

El control químico para combatir esta enfermedad no es efectivo, por lo que se debe recurrir a medidas preventivas como: eliminación del material vegetal afectado, mantenimiento del follaje seco, evitar heridas en las plantas, desinfección de herramientas de poda, etc

Antracnosis

(Colletotrichum sp.)

 El hongo causante de esta enfermedad se ve favorecido por la presencia de alta humedad relativa y temperatura (20-30ºC). Los síntomas se manifiestan en vainas y frutos con la presencia de manchas circulares de color negro y hundidas.

El síntoma más característico de esta enfermedad de la planta de pitaya es la marchitez y el colapso de las plantas. En los tallos y estolones se observan manchas circulares de color pardo-negruzco, mientras que en el fruto se producen manchas hundidas de coloración parda y cubiertas de esporas rosadas o anaranjadas.

Ojo de pescado

(Dothiorella sp.)

Los síntomas de esta enfermedad se manifiestan en las vainas por la presencia de pequeñas manchas circulares de color pardo con puntos anaranjados en el centro. Para controlarla se recomienda llevar a cabo una serie de medidas preventivas como: plantación de material sano, eliminación del material vegetal afectado mantenimiento del follaje seco, evitar heridas en las plantas, desinfección de herramientas de poda, etc.

Técnicas para controlar enfermedades de planta de pitaya

Se deben realizar una serie de medidas preventivas para llevar a cabo el manejo de esta enfermedad, tales como:

– Plantación de material vegetal sano.

– Eliminación de material vegetal afectado.

– Desinfección del material empleado.

– Suelos con buena capacidad de drenaje.

Para su control químico se recomienda realizar aplicaciones preventivas durante la floración y el desarrollo de frutos. Si se presentan los primeros síntomas de esta enfermedad, se debe recurrir a la aplicación de fungicidas autorizados.